miércoles, 28 de mayo de 2014

MANUAL DE SUPERVIVENCIA DEL MÉDICO EN PRECARIO




Si dividimos las 24 horas de un día normal de una persona 'normal' podríamos decir que 8 horas serían sueño, otras 8 las dedicaríamos al ámbito laboral y las 8 restantes a la vida social/relaciones personales.
Por tanto, a modo simplista, podríamos decir que el trabajo es un tercio de nuestra vida.

En el momento actual la 'pata laboral' de esta silla cojea bastante y no hay duda de que ésto afecta a las otras dos. Ocurre en casi todas las profesiones (menos en la de político choricero y pocas más) pero como yo soy médico me centraré en la mía.

Resiliencia. Es la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas. Aprende a sobrellevar la situación lo mejor posible e intenta sacarle la parte positiva (todo lo tiene, por malo que nos parezca) No desesperes !!

Disfruta al máximo los días que puedas ejercer tu profesión. Si un día puedes pasar una consulta o hacer una guardia, disfrútalo como si fuera el último. Aunque sólo sea por un día, en ese momento los que acudan son tus pacientes. Aprovecha para escucharlos, explorarlos como tú bien sabes, resolver sus dudas e inquietudes (muchas veces harás de consultor-emitidor de segundas opiniones) y escucharlos como quizá no todo el mundo lo hace a diario.

Estudia, estudia, estudia. Cuando sólo trabajas ocasionalmente tienes demasiado tiempo libre que podrías desaprovechar en lamentarte por la situación que estás viviendo, pero, por difícil que resulte, tienes que intentar no dejarte llevar y, el tiempo que no puedes dedicar a la parte asistencial emplearlo en ampliar tus conocimientos. Es una parte fundamental de nuestra profesión y suplirá la pérdida de práctica clínica a la que te lleva la situación actual. Que tu trabajo sea malo no debe hacer que seas un mal profesional.

Cómprate un GPS. Cuando eres "eventual" no tienes ocasión de aprender dónde está cada pueblo, cada centro y cada domicilio. Evita sufrimientos, agobios y rodeos innecesarios. Deja que te guíe una voz neutra y desagradable, y disfruta del paisaje!!

Ten siempre un maletón preparado con todo lo necesario para un consulta o guardia inesperadas. Nunca se sabe cuándo puedes recibir la llamada inesperada de la Gerencia de turno ni lo que te puedes encontrar (o más bien no encontrar) en tu puesto de trabajo, asi que lleva de todo e irás más tranquilo.

Busca apoyos. Todos tenemos algun amigo que además es colega de profesión y está pasando o ha pasado por la misma situación que nosotros. Es necesario desahogarse de vez en cuando y nadie mejor que alguien que te comprenda.


"La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud" (Thomas Jefferson)

Dedicado especialmente a todos aquellos Médicos  de Familia que en estos días terminan su especialidad y viven momentos difíciles ante un futuro a corto plazo poco esperanzador.