domingo, 22 de enero de 2017

¡ ¡ APOYEN A SUS COLEGIADOS ! !




  Hace solo unos meses en los que una médico de Urgencias de la Comunidad en que trabajo hacía visible las penosas condiciones en que trabajaba y atendía a sus pacientes. Explotó y tiró todo por la borda porque ya no aguantaba más, y tuvo la valentía de hacerlo público : 

https://medicoacuadros.wordpress.com/2016/08/03/querida-explotacion-laboral-te-dejo-no-cuentes-ya-conmigo/

  Pues bien, ahora se enfrenta a un expediente disciplinario por las opiniones emitidas en su blog

https://medicoacuadros.wordpress.com/2017/01/20/mi-expediente-disciplinario/

  Me resulta increíble e indignante que actualmente sigamos sufriendo estas situaciones en nuestro trabajo, con la repercusión que eso puede tener sobre nuestros pacientes, y que encima se castigue de esta forma al que tiene el valor de hacerlo visible.
  Es por esto que, como muchos otros compañeros han hecho, he decido escribir al Presidente del Colegio de Médicos de Segovia (presidente@comsegovia.com)   para expresarle mi desacuerdo con la actitud tomada con esta compañera. 
  Os copio mi escrito : 

Buenas noches 

Soy médico de Urgencias de un hospital de Castilla y León. 

Me dirijo a usted para mostrar mi apoyo a la Dra Monica Lalanda y mi total desacuerdo con la actitud q su directiva ha tomado en este asunto.

Esta compañera ha descrito y hecho visible la realidad de muchos de nosotros  a diario. Considero que la labor de los Colegios Médicos es apoyarnos y trabajar para que esto cambie, no censurarnos y sancionarnos.

Adjunto enlace del escrito del Dr Rafael Bravo y suscribo lo que él dice

https://rafabravo.wordpress.com/2017/01/22/carta-al-ilmo-sr-presidente-del-colegio-oficial-de-medicos-de-la-provincia-de-segovia/

Deseando reflexionen sobre este asunto y rectifiquen su tan desafortunada decisión.  

Atentamente, 

Dra Patricia Vicente 

  Los que me conocéis sabéis que no soy de callarme y no podía quedar impasible ante esto. Ya os contaré si al final a mí también me expedientan !!

viernes, 11 de marzo de 2016

DE CORTIJO EN CORTIJO

Foto: wikiespaces.com


No tengo mejor palabra para definir el periplo de los eventuales. Cada Centro de Salud o Servicio Hospitalario es un reducto de poder, en el que cada uno se aprovecha de lo que puede, aunque eso suponga pisotear a otros por el camino. Están todos tan 'quemados' que lo único que les importa es conseguir su propio beneficio y, claro,  cuando eres el ultimo mono en llegar por allí tienes muchas papeletas para que te salpique.

El cortijero mayor (léase Jefe de Servicio o Coordinador) suele ser un individuo afín a los superiores, de escaso carácter y anchas espaldas que tiene la capacidad de conseguir de los de abajo lo que quieren los de arriba sin que se note demasiado.

El cortijero suele tener a su alrededor un escaso numero de secuaces, cuya edad suele estar por encima a la de la media en el Centro/Servicio y no afines a los de arriba, pero lo suficientemente curtidos y con la bastante sangre fría de 'arrimarse al poder' para conseguir beneficio propio y conseguirlo.

También suele haber un grupo de confrontación constituido por propietarios de plaza más jóvenes pero no lo suficiente como para resignarse así que se pasan los días reivindicando y obteniendo NOES por respuesta. La pertenencia a este grupo es corta, ya que esta posición agotadora. La mayoría pasarán al grupo de secuaces en un corto periodo de tiempo; si no, acabarán trasladándose a otro destino para intentar alimentar la creencia de que en otro lugar las cosas pueden ser diferentes.

Las hormiguitas son aquellos que asumen la situación o no ven problema en nada, así que se deciden a hacer su trabajo y todo el que les quieran colar sin rechistar ni relacionarse mucho con el resto. Son claramente los mas felices de todos los estamentos

Los monos son los últimos en llegar al cortijo, con menor experiencia laboral y sobre todo en artimañas. Con poca capacidad de maniobra y casi todas las papeletas para salir perjudicados ante cualquier imprevisto o conflicto en el sistema. Llegan ilusionados a su puesto pero rápido acaban desencantados por lo que acaban por aparcar la vocación y potenciar la vida externa a lo laboral. Se han dado casos de que algún miembro del grupo de confrontación se transforme en mono y pase a engrosar este grupo.

Y tú, ¿de cuál eres? 

<< La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso>> (Peter Drucker)

jueves, 14 de enero de 2016

QUEDARSE EN LA SUPERFICIE

                                  Foto: EFE

Una vez más, los españoles hemos demostrado ser unos simplones. Nos pirra el criticar a todo lo que se mueva, hacer comparaciones odiosas y, por supuesto, no ahondar en el fondo de las cosas.

Hace 24h asistíamos a la constitución del Congreso para el supuesto inicio de la IX legislatura de nuestra supuesta democracia


Pues bien, la noticia del día fue que una de las diputadas apareció con su hijo en el primer día de trabajo y el aluvión de críticas desatadas (sobre todo saliendo de la boca de las mujeres) fue impresionante.


No es que me considere yo muy afín a casi nada y muchos menos a ningún político pero en este caso creo que el "cuñadismo" desatado ha sido excesivo. Es una obviedad que esta mujer puede dejar al crío en otro sitio, que tiene pasta para pagar una niñera o una guardería pero es que esta señora ahora mismo pertenece a una élite de la que no formamos parte las mujeres de a pie y en vez de centrarnos en ella creo que deberíamos ser un poco más inteligentes y aprovechar el tirón para mostrar todo el camino que nos queda por recorrer a las mujeres en la conciliación laboral.



La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más.
Sin embargo, la baja maternal máxima de que pueden disfrutar las madres españolas es de 16 semanas (unos cuatro meses) ¿no es esto un escándalo?

Coincido con esas madres indignadas en que yo tampoco podría llevarme a mi hijo al trabajo. La verdad que me cuesta sacar tiempo hasta para ir al baño asi que como para estar pendiente de un bebé, pero todo depende de cuál sea tu ocupación... 

Yo no me imagino con un crío en brazos mientras exploro un EPOC, valoro un tráfico o hago RCP. Pero que no pueda llevármelo al trabajo no quiere decir que esté de acuerdo con separarme de él a tan temprana edad y mucho menos me enorgullecería de ello (hemos podido recordar en este día cómo algunas de nuestras políticas o empresarias de élite se jactaban de haberse ido a trabajar sólo dos semanas después de dar a luz a sus hijos)

A mí mi madre me llevó al trabajo y estoy orgullosa de ello. Su tienda en la plaza del pueblo se convirtió en el cuartel general de mi infancia y lo recuerdo como algo maravilloso; hacía los deberes en su oficina, mis amigos pasaban a buscarme por la puerta, abría con ella las cajas de los pedidos como si de sorpresas se trataran, le ayudaba a poner los adornos de Navidad, le traía hojas del parque para adornar el escaparate en otoño,... Vamos, que según las teorías conservadoras mi madre era "una chunga" pa su tiempo

Mi situación laboral (y la de la mayoría de médicos de mi generación) es "pa tirar cohetes" si nos comparamos con la gente de nuestra edad, pero no creo que sea la más apropiada para conciliar con la maternidad. Solemos enlazar durante años contratos temporales que se renuevan periódicamente con la suerte de que si una de esas renovaciones coincide con un periodo en el que estás de baja maternal la renovación no se produce y "pa tu casa con tu hijo" ¿no es esto otro escándalo?

En fin, que cada una se apañe como mejor pueda y eduque a sus hijos según considere, pero creo que las mujeres deberíamos ser un poco menos machistas y críticas con nosotras mismas y unirnos para conseguir que el trabajo nos permita tener una vida personal y familiar plena, y no suponga una traba para ello.

<< Sírvete de lo aparente como indicio de lo inaparente>> (Solón)

martes, 13 de octubre de 2015

EL LADO CHUNGO DE LAS COSAS




Si hay algo en lo que todos los sanitarios en general y los médicos en especial somos súper expertos es en sacarle los defectos y criticar cada una de las actuaciones de nuestros colegas.

Hace no mucho leía por las redes a un afamado médico de familia que aseguraba que en Urgencias nunca se trata a los pacientes por su nombre y por más que algunos compañeros de dicho Servicio le intentaban rebatir tal generalización, el tal doctor no daba su brazo a torcer.

También he tenido que escuchar muchas veces la opinión opuesta "los médicos de Atención Primaria primaria derivan todo a la hospital y sólo se dedican al receteo"

¿Y qué me decís de los de extrahospitalaria? De ellos puedes oír que "lo único que quieren es quitarse al paciente de encima" y por su boca también puede salir el típico "estos de Primaria no tienen ni idea" 

Pese a mí 'corta' edad, y siempre gracias al destrozo que ha sufrido nueatro sistema sanitario en los ultimos años, una ya es experta en rodar de un lado para otro y pasar por todas las posibilidades que le da la especialidad. Me creo lo suficientemente experimentada para, antes de generalizar y criticar la actuación de otro profesional, ser capaz de contar hasta 10, ponerme en su lugar e intentar comprender por qué ha actuado así.


De mi mini-estudio observacional he podido extraer las siguientes conclusiones:
   - Hay casi tanto criticón como 'catrasca' suelto por nuestro ámbito.
   - En la mayoría de los casos estas dos cualidades coexisten en la misma persona
   - A mayor inseguridad, peor trato al compañero y esto es extrapolable a los pacientes (a mayor ineptitud de tu médico pero tratado y con más mal humor serás tratado)
   - Si no se es capaz de empatizar con la actuación de otro profesional es casi obligado ser capaz de morderse la lengua.

<< Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener >> (Jules Renard)



viernes, 6 de marzo de 2015

WAITING



Algunos entran con un 'buenos días', otros nerviosos y despitastados mirando a todos lados y, los más asiduos, se dirigen a sus conocidos para darse novedades: ¿ya estás mejor del catarro?, ¿qué vienes, a recetas? ¿te mandó volver a ti también?

Si la espera larga van surgiendo las conversaciones entre desconocidos. La cosa suele empezar con temas light tipo 'el tiempo' y pueden acabar con profundas confesiones como 'tomo antidepresivos desde hace dos años porque perdí un hijo en un accidente' 

No suele faltar el niño comprometedor que inicialmente puede aligerar la espera con sus gracietas pero que, con el transcurso de los minutos, puede conseguir aumentar la crispación con sus gritos y saltos de silla en silla. Con alta probabilidad aparecerá al rescate el padre móvil en mano con el vídeo de Pepa Pig en modo on, o una madre amenazante 'como no te estés quieto viene la enfermera y te pincha en el culo' (venga va, fomentando el miedo de los niños a las batas blancas) 

Y el clásico de 'jugar a los médicos' dando consejos y haciendo prescripciones 'porque yo ya llevo mucho pasado y sé hasta más que ellos' 
 - ¿y no te ha pedido análisis? Pues debería porque eso puede ser de que tienes bajas las defensas 
- tendrán que mandarte al especialista, eso aquí no lo llevan 
- tú tómate esas que yo te digo que verás como se te pasa, a mí hasta que no me las mandó no se me quitó
- seguro que te piden radiografía, eso va a ser de la artrosis 

Después de pasarme varias mañanas como paciente infiltrada en una sala de espera, sólo puedo decir que admiro a nuestros pacientes.  Es duro esperar horas cuando te encuentras enfermo o nervioso por recibir unos resultados, y ejemplar la empatía que son capaces de mostrar unos con otros tras sólo unos minutos de contacto. La antesala a nuestras consultas es un pequeño Big Brother versión express.

"Es necesario siempre esperar cuando se esta desesperado, y dudar cuando se espera" (Gustave Flaubert)

lunes, 5 de enero de 2015

ADIÓS ATENCIÓN PRIMARIA


Lo primero, pedir perdón por la demasiado larga ausencia de lo que comenzó como entretenimiento, desahogo y vía de escape. Ha sido una dura etapa en la que no he tenido tiempo, fuerzas ni ánimo para hobbies, familia u otras actividades que no fueran atender al teléfono ante una llamada de numero desconocido y extensión larga, y salir corriendo a pasar la consulta del pueblo más recóndito, o hacer la guardia que nadie quería.

Desde que tengo algo de uso de razón he querido ser médico y en mi visión de médico siempre aparecía la de Médico de Familia. Me imaginaba en mi consulta, con mis pacientes, conociéndome sus historias (clínicas y personales) 'de cabo a rabo', auscultando las bronquilitis de sus hijos, visitando los domicilios de sus abuelos inmovilizados,...

Pero nada más lejos de la realidad ¡Ay ilusa de mí! Pronto me di cuenta de que esa visión mía tan bucólica de la Medicina nada tenía que ver con la realidad actual y me vi atrapada en un sistema al que nada la importa los pacientes (léase votantes), la calidad y contiudad de la asistencia prestada... Y mucho menos cómo viven y trabajan sus empleados, si tienen familia con la que estar, hijos que atender, deseos que cumplir, tiempo para estudiar, publicar ... Eso son utopías lejanas, ahora mismo los Médicos de Familia de mi generación somos meras fichas qué mover al antojo de la administración para cubrir unas mínimas necesidades que eviten que la población (léase votantes) se les eche encima.

Pues bien, cansada de luchar contra algo ahora mismo imposible de cambiar decidí poner fin a mi cruzada y admitir la derrota. No puedo trabajar así y contribuir con mi trabajo a que la situación se mantenga.

Me voy, me aparto de lo que siempre he soñado hacer porque así no puedo. Esperanzada con que algún día se le de la importancia que tiene y nos volvamos a encontrar me despido de mi idolatrada Atención Primaria.



sábado, 18 de octubre de 2014

MEDICINA DE FAMILIA ES ESTO


Hemos conseguido que un paciente de 94 años acuda al bautizo de su bisnieto.

Nada más acabar la ceremonia ha venido emocionado a darnos las gracias.

Ésta es una de las cosas que hacen que los esfuerzos y sacrificios que exige nuestra profesión, merezcan la pena.

<< La gente quiere a los médicos que quieren a la gente. Antes de ser buen médico, sé buena persona >>